Miguel Yuste 16, 3-B

28037 Madrid

Teléfono

91 304 45 00

Correo electrónico

pontelaminasolar@amede.com

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Mutua de Montepío

Otra instalación más. Esta vez por el exterior y a decir verdad, creo que la instalación de lámina de protección solar más satisfactoria en estos casi 25 años que llevamos como instaladores de 3M y no solo por haber cumplido con el objetivo principal para el que se nos contrató, también porque con esta instalación de casi 1400 m2 de lámina de protección solar, el ahorro de energía en climatización desde marzo-abril hasta octubre será impresionante. Ahorrar electricidad en nuestros domicilios es importante para contribuir a un mayor desarrollo sostenible, pero cuando se hacen instalaciones de láminas de protección solar tan grandes como esta, los consumos de energía disminuyen de forma atroz. Que nos perdonen las eléctricas. Bueno, sin más preámbulo, pasamos a contaros la instalación.

Cuando la propiedad del inmueble contactó con nosotros, el problema que nos planteó fue completamente distinto a lo que estábamos acostumbrados a tratar. Los principales factores para instalar láminas de protección solar suelen ser:

  1. Conseguir el confort para los residentes del inmueble reduciendo el calor y el exceso de luminosidad

  2. Conseguir ahorrar electricidad, ahorrar luz, ahorrar energía o como lo queramos llamar, pero siempre actuando sobre la climatización. Reducir el consumo de energía en primavera y verano y con ello fomentar un desarrollo sostenible, vamos, lo que viene siendo la Eficiencia energética.

No obstante y como indicábamos más arriba, en esta ocasión el motivo no tenía nada que ver con la eficiencia energética ni el ahorro energético en climatización. El motivo que llevó a la propiedad a contactar con nosotros fue que buscásemos alguna forma para evitar la rotura espontánea de los vidrios de la fachada y su posterior precipitación al vacío.

Nos indicaron que esta situación se daba principalmente en los meses en los que hacía más calor y procedimos a realizar una auditoría de los vidrios del edificio. Comprobamos que se trataba de vidrios templados reflectantes. Uno de los motivos más comunes que provoca este tipo de rotura, es la presencia de partículas de sulfuro de níquel, que con el aumento de la temperatura dilatan hasta provocar la rotura del vidrio. En la actualidad, los fabricantes de vidrios someten sus productos a estrictísimos controles de calidad y esas roturas ya no se producen, pero los vidrios que tratábamos tenían cerca de 40 años.

Para solucionar el problema se propuso a la propiedad dos alternativas.

La primera, instalar lámina de seguridad para que en caso de fractura espontanea, los fragmentos de vidrio quedasen adheridos a la lámina hasta que se cambiase el vidrio por uno nuevo. El inconveniente de esta opción era que no evitábamos la rotura del vidrio aunque si su precipitación al vacío. La propiedad descartó esta opción porque estimó que por seguridad, era prioritario evitar las roturas.

La segunda alternativa propuesta fue la de reducir la temperatura del vidrio instalando láminas de protección solar por la cara externa del mismo. De esta forma, además de esa reducción de temperatura también se conseguía un ahorro energético y además, dar un tono uniforme a la fachada, ya que después de tantos años de vida, el tratamiento reflectante de los vidrios se había deteriorado y el edificio presentaba un aspecto poco uniforme y nada estético.

La instalación de la Silver 15 tuvo ciertas complicaciones, pero una vez finalizada, el resultado fue inmejorable. Cumplimos el objetivo y se consiguió frenar la rotura espontánea de los vidrios, pero además, la fachada cambió por completo. El aspecto del edificio mejoró notablemente y gracias a esta lámina de protección solar que tiene una reducción térmica cercana al 80%, el ahorro en consumo de energía dedicado a la climatización que experimentarán los inquilinos del inmueble, será realmente importante.